Caso Saire. La hora de la verdad

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Todo juicio oral y público tiene su carga emotiva, aún más este caso que tiene frente a frente a la víctima, Fernando Saire y a los supuestos victimarios Lencinas y Stéfani, policías, que llegan a las audiencias en libertad acusados de abuso de autoridad y lesiones graves. Lógicamente uno debe despojarse de cualquier sensibilidad v dejar que actúe la justicia a través de sus representantes, juez, fiscal y abogados defensores y querellante particular. Ellos son los encargados de evaluar  las pruebas y quienes  escucharán a los testigos.y finalmente resolverán.

Pasadas las dos primeras jornadas, claramente tanto Fernando Saire, al declarar, como las personas que estaban junto a el la noche de Nina y aportaron su testimonio en la sala coincidieron en señalar que fueron sacados de mala manera del boliche y decidieron hacer la denuncia policial.

Lo que pasó en la comisaría es lo que se debe dilucidar. Los jóvenes sostienen que al intentar relatar los hechos ante la autoridad y luego de unas demoras de la oficial en receptar su exposición, ingresó otro muchacho, desconocido, que había pasado un momento similar  en el local nocturno, que además estaba alterado y alcoholizado generando un clima más convulsionado. En ese instante, irrumpieron los uniformados acusados y luego que Saire se interpusiera y le indicara al sujeto que estaba a los  gritos y golpeando muebles se retirara y volviera en otro momento, Lencinas se pone cara a cara lo golpea y ahí comienza la lucha que según el denunciante tuvo una seguidilla de golpes y patadas en todo el cuerpo que derivaron en su internación y posterior operación dónde le extrajeron un testículo. Previamente estuvo detenido en la alcaldía policial. Tanto Natalia Pérez como Stefania Capello, amigas del joven, manifestaron que al pretender filmar con el celular, para graficar la inusitada violencia, no se les permitió y Lencinas les sacó el aparato que recuperaron una vez que se calmó la situación.

Distinta es la versión de Lencinas y Stéfani. El segundo declaró el primer día y negó totalmente los golpes, dijo no ver qué pasó con el episodio del celular y que actuó en ayuda de su superior para reducir a Fernando que se resistió y debió aplicarle una llave para inmovilizarlo. 

En tanto en la segunda audiencia el uniformado que en primera instancia no declaró y solo negó los hechos decidió que era la oportunidad de contar su versión. Es ahí que narró que todo comenzó cuando al estar discutiendo con Saire cerca de la barandilla de la Unidad Judicial, tras la presencia de aquel muchacho nunca individualizado, se produjo un fuerte roce que interpretó como un golpe y a partir de esa acción derivaron los acontecimientos que según el sargento no pasaron de mecánicas de reducción que terminaron en varias caídas sumadas a golpes contra puertas de vidrio y mobiliario. Ante estas manifestaciones se pudo apreciar el movimiento de cabeza del denunciante que negaba el relato policíaco

Dato aparte el testimonio del médico policial Mariano Pispieiro quien señaló que de acuerdo a su interpretación no hubo golpes directos sino lesiones en piernas y brazos producto de forcejeos y que presumiblemente la lesión en el testículo se produjo por aplastamiento.

En el recinto siguen atentamente el desarrollo del juicio la madre, familiares y pareja de Fernando Saire. Solo restan los alegatos de las partes y la sentencia que presumiblemente se conocerá este jueves. Previamente se deberá resolver el pedido de cambio de carátula en la causa que pretende el doctor Ruiz (h) y llevar la acusación a lesiones gravísimas, que de encontrar el juez culpables a los acusados deberían ir a prisión ya que la condena es mayor.