Avance en la medicina pública: Realizan dos cirugías cerebrales con estimulación de emociones

Avance en la medicina pública: Realizan dos cirugías cerebrales con estimulación de emociones

El Servicio de Neurocirugía del Hospital Tránsito Cáceres de Allende llevó a cabo las primeras dos intervenciones quirúrgicas con estimulación de emociones y del lenguaje en un hospital público de la provincia.

Se trata de una novedosa técnica que permite extirpar tumores cerebrales que afectan circuitos relacionados con funciones esenciales como las emociones, el habla y la cognición.

La cirugía se realiza con los pacientes despiertos, lo que posibilita conservar y evaluar en tiempo real funciones mentales clave.

Durante el procedimiento, se estimulan estas áreas mediante técnicas desarrolladas por el equipo de psicopedagogas y neuropsicólogas del hospital, lo que permite identificar y preservar las zonas críticas del cerebro mientras se reseca el tumor.

Para concretar estas intervenciones se utilizaron herramientas de última generación como la neuronavegación, que permite al neurocirujano localizar con precisión las estructuras cerebrales, y el exoscopio, que brinda una visualización ampliada y detallada del campo quirúrgico.

Entre las principales ventajas de este abordaje se destacan la preservación de las funciones cognitivas y un postoperatorio más breve y favorable para el paciente.

El director del hospital, Marcelo Barbero, expresó su orgullo por el logro del equipo y subrayó el respaldo del Gobierno provincial para conformar un servicio de neurocirugía de alta complejidad.

“Esto no es solo el servicio de neurocirugía, sino un conjunto de gente que trabaja para brindarle la mejor atención al paciente. Esta es una cirugía que se está haciendo en muy pocos lugares y, en el sector público, es el primer lugar donde se realiza”, sostuvo.

Por su parte, Claudio Turco, neurocirujano del hospital y responsable de las intervenciones, explicó que el procedimiento se desarrolló con pacientes despiertos y que representa un gran avance para el abordaje de tumores localizados en áreas de alta funcionalidad del cerebro.

“Esto permite resecar lesiones de mayor magnitud, limitando al mismo tiempo posibles secuelas o lesiones en los pacientes”, agregó.

En uno de los casos, el paciente presentaba un tumor en la zona derecha, media y profunda del cerebro, que comprometía no solo la función motora del hemicuerpo izquierdo, sino también áreas vinculadas a la regulación de las emociones.

Según Turco, el paciente se encontraba inicialmente abúlico y apático, situación que mejoró con medidas antiedema antes de la operación.

La intervención requirió una preparación anestésica especial y un manejo intraoperatorio complejo, manteniendo al paciente vigil, reactivo y conectado en sus funciones neurológicas.

Durante la cirugía, el equipo médico —con la ayuda de la neuronavegación— localizó la lesión y, en conjunto con neuropsicólogos y neurofisiólogos, estimuló constantemente funciones motoras y cognitivas para protegerlas.

En total, más de 20 profesionales participaron de manera simultánea en estas cirugías, incluyendo especialistas de neurocirugía, anestesiología, enfermería e instrumentación quirúrgica.