Recomendaciones para prevenir enfermedades respiratorias
Con la llegada de los días más fríos aumenta la circulación de los virus que provocan las enfermedades respiratorias. Por ello, el Ministerio de Salud brinda recomendaciones para prevenirlas y evitar cuadros graves.
La principal medida es tener al día las vacunas del calendario nacional, entre las cuales se incluyen las dosis de antigripal, para neumococo, contra la tos convulsa, VSR y la de Covid-19.
La vacuna contra el Virus Sincicial Respiratorio (VSR), incorporada recientemente para las personas gestantes, protege al bebé durante los primeros meses de vida de las formas graves de infección de este virus, causante principal de bronquiolitis y neumonías.
Consiste en una sola dosis y debe colocarse entre las semanas 32 a 36 del embarazo. Todas estas vacunas son gratuitas, y están disponibles en la red provincial de vacunatorios.
Otra medida que reduce los riesgos es realizar una adecuada higiene de manos de manera periódica, especialmente después de volver de la calle, del baño o al preparar una comida.
También es fundamental una correcta ventilación de los ambientes del hogar, para mantener el recambio de aire; así como cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo descartable o con el codo al toser o estornudar.
En cuanto a recién nacidos, es fundamental sostener la lactancia exclusiva hasta los 6 meses de edad. La leche materna contiene anticuerpos que protegen de muchas enfermedades propias de la infancia.
Vale destacar que estas enfermedades pueden presentar mayores complicaciones en menores de 5 años, por lo que se recomienda que no estén en contacto con personas que tengan síntomas respiratorios.
Ante signos de alerta como respiración agitada o con ruidos, pecho hundido, irritabilidad, y rechazo de alimentos y líquidos, se debe concurrir inmediatamente al centro de salud más cercano.
Sobre las enfermedades respiratorias
Las infecciones respiratorias son enfermedades provocadas por virus o bacterias que producen inflamación de nariz, garganta, oídos, bronquios y pulmones. Los síntomas más comunes son: dificultad para respirar, agitación, fiebre mayor a 38 grados, tos, congestión nasal, conjuntivitis, dolor de garganta, de cabeza y muscular.
Ante la presencia de los primeros síntomas es importante evitar la automedicación y realizar una consulta médica para tener un diagnóstico oportuno, principalmente niños, niñas y personas con factores de riesgo.
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