Martín Llaryora, pidió el respaldo a la lista que encabezarán Alejandra Vigo y Natalia de la Sota.

 Martín Llaryora, pidió el respaldo a la lista que encabezarán Alejandra Vigo y Natalia de la Sota.

Entrevistado durante el programa Voz y Voto, además, fue el primer integrante de Hacemos por Córdoba que proclamó a Alejandra Vigo y a Natalia de la Sota como cabezas de las listas legislativas. Aquí el diálogo completo:

–Hay tres nombres que suenan como sus candidatos a integrar las listas para las próximas elecciones legislativas, Ignacio García Aresca, Victoria Flores y Marcelo Rodio. ¿Son sus candidatos?

–Los tres representarían muy bien a Córdoba. Yo creo que por el momento lo importante es que haya listas encabezadas por dos mujeres como Alejandra Vigo y por Natalia de la Sota. Es muy importante que los cordobeses nos acompañen, que los vecinos de Córdoba apoyen esa lista porque eso afianza la posibilidad del trabajo conjunto y de sentarse con la fortaleza necesaria en la Cámara de Senadores y en la Cámara de Diputados para que Córdoba pueda seguir obteniendo los recursos para que Córdoba pueda seguir avanzando.

 

–¿Le parece importante que personas cercanas a usted integren la lista?

–Sí, por supuesto, pero las listas son una construcción colectiva, lo fundamental es que Alejandra sea la candidata a senadora y que Natalia lidere la lista para Diputados. Ambas tienen amplia experiencia y pueden representar muy bien los intereses de los cordobeses. Por eso es fundamental el acompañamiento a este Gobierno provincial que pese a la pandemia hace un esfuerzo tremendo para no detener las obras y sostener el empleo, y que acompañen este trabajo conjunto con el municipio que permite poner de pie a la ciudad de Córdoba. Ese voto que nos avale será en defensa de los intereses de Córdoba. Todos los otros todavía están esperando las instrucciones de Capital Federal, tienen que ir a Buenos Aires a que les armen las listas, a que allá los pongan en las listas de Córdoba.

–En esa situación está incluso un sector del peronismo. ¿Cómo es esta situación de enfrentar al Gobierno nacional en las legislativas?

–Nosotros tenemos que sostener claramente las relaciones institucionales. Lo hicimos durante la gestión de Mauricio Macri y lo hacemos con el Gobierno de Alberto Fernández. Ahora, nosotros tenemos que defender los intereses de los cordobeses y para eso necesitamos que los vecinos nos acompañen. Siempre es así. En una elección son los vecinos los que te posicionan para poder gestionar, ir al Congreso y traer soluciones a Córdoba. Eso es esencial y por eso nosotros vamos a seguir manteniendo nuestra autonomía, porque es la autonomía la que permite la defensa de los intereses de los cordobeses.

–También es una elección importante para el posicionamiento hacia 2023, para Hacemos por Córdoba y para figuras individuales, como es su caso.

 

–Yo creo que es una elección importante para acompañar la gestión provincial y la gestión municipal. Para que nuestros diputados y senadores puedan estar discutiendo donde se discuten los recursos, que es en el Congreso. Ustedes han visto muchas veces cómo nuestros votos consiguen soluciones para Córdoba. No me parece tan importante esta elección de cara a lo que ocurra dentro de dos años. De hecho nosotros hemos tenido resultados muy magros en elecciones legislativas y después tuvimos muy buenos resultados en elecciones provinciales y municipales. Especialmente en Córdoba, los votantes diferencian muy bien una elección de otra. Lo que sí es vital ahora es defender los intereses de Córdoba y para eso hacen falta diputados y senadores que dependen de las elecciones que se hacen acá. Las otras listas están esperando las decisiones del puerto. La única lista que se decide en Córdoba es la nuestra, porque es la que defiende los intereses de Córdoba.

–¿Cuál será su rol en la campaña? ¿Va a participar activamente?

–Sí, por supuesto. Cuando llegue el momento será un honor para mí poder acompañar a Alejandra, a Natalia y a toda nuestra lista. No es lo mismo hacer un buen resultado electoral que no hacerlo. Los vecinos tienen que saber que su voto fortalece o debilita nuestras gestiones y que después no pueden venir a exigir soluciones al gobernador y al intendente si contribuyen a debilitar la fortaleza de Córdoba porque no nos acompañan en la contienda electoral. Son los votos los que posicionan, tanto en la representatividad de los intereses de Córdoba como a la hora de sentarte a pelear recursos para Córdoba.

 

–Sabemos que la pandemia alteró todos los planes, pero más allá de la pandemia, ¿en qué cosas pudo avanzar y qué proyectos están demorados en su gestión en la Municipalidad de Córdoba?

–La pandemia hubiera impactado diferente en una ciudad que estuviera funcionando, con las finanzas en orden y con una infraestructura acorde. Pero nosotros asumimos en una ciudad abandonada, con un municipio fundido, y atrasada en todos los paradigmas administrativos, de gestión, de tecnología. A eso se le sumó una recesión que se agravó y una pandemia que cambió todas las prioridades. Lo mismo pudimos avanzar en muchos frentes y eso se refleja en cosas como la de hoy (ayer), cuando pudimos abrir el proceso de descentralización operativa, 26 años después de que el intendente Rubén Martí planteara esa necesidad al inaugurar el primer CPC.

–¿Ese es el logro más importante?

–El primer logro es haber reestructurado el municipio, digitalizar a través del Cidi significó desde el primer día de la gestión pasar a otro paradigma administrativo, poner al municipio a nivel de lo que es la ciudad. Córdoba no para de mejorar a nivel de su ecosistema emprendedor tecnologico, gracias al desarrollo de ese sector y también gracias al acompañamiento del municipio. Tomamos la riendas, el control de la información del municipio. Todo, la base tributaria, el catastro, todo está en la nube. También los recursos humanos.

–De los objetivos planteados en 2019 qué pudieron cumplir y qué no.

–De los objetivos iniciales pudimos avanzar en modernización y en descentralización, que se van a profundizar y van a ser los legados de esta gestión. Esta ciudad no tenía planificación urbana, algo básico de cualquier municipio: era una situación anárquica que se regía por convenios urbanísticos, esto generó una desconomía de escala. Cuando hablamos de modernización el mejor ejemplo es la habilitación on line de negocios, ya hay más de 150 comercios que se habilitaron sin tener que ir una sola vez al municipio y hay más de 900 pedidos de factibilidad, esto hace unos meses parecía ciencia ficción en Córdoba, que era un ejemplo nacional de burocracia. Vamos a seguir avanzando en ese sentido, eso es algo completamente a favor de los cordobeses y nunca volverá atrás.

–Todos los vecinos podrán reclamar por los problemas de su barrio a través de un teléfono y obtener una respuesta rápida del municipio a través de las bases operativas de los CPC? ¿Eso ocurrirá en esta gestión?

–Una ciudad es un cuerpo viviente, todos los días va cambiando. En este momento se está generando un bache o apagando una lámpara del alumbrado. Tenemos que mejorar la velocidad de respuesta, pero no se puede pensar que se va solucionar todo de manera automática, eso sería no entender la dinámica de una ciudad.

–Pero sí se pueden acelerar las respuestas.

–Por supuesto. Martí cuando crea los CPC fue porque esta ciudad, que es una de las más extensas de Latinoamérica y que se extendió sin planificación, lo que supone servicios públicos más caros y mucha dificultad de solucionar los problemas, debía descentralizar las respuestas a los vecinos. Fue un avance tremendo llevar la administración más cerca de los vecinos, pero esos CPC no lograron hasta ahora dar respuestas básicas en el territorio. Es lo que ahora ponemos en marcha.

–Uno de los obstáculos que históricamente existió fue la resistencia del Suoem y hoy está iniciando la descentralización operativa. ¿Cómo se superó ese nivel de conflictividad con los municipales?

–Nosotros tuvimos tres conflictos muy grandes con los tres gremios: Suoem, UTA y Surrbac. Fuimos encontrando la posibilidad de llegar a acuerdos colaborativos que son la base esencial que explica la gestión y sobre todo las obras que están en marcha.

–¿Se hacen las obras con lo que se ahorró por el recorte salarial?

–Son buenos convenios para los vecinos, y también buenos convenios para los empleados en el marco de la situación que vive hoy la sociedad. Claro que nos costó 11 meses de enfrentamientos. Recién en noviembre del año pasado pudimos llegar a un acuerdo con el Suoem, claro que mientras tanto nosotros avanzamos con las reformas que consideramos estructurales. Yo valoro esos acuerdos, que también se hicieron con el Surrbac y con la UTA. Generamos el Coys, que hoy presta muchos más servicios. Fortalecimos Tamse, que también presta más servicios con el mismo personal. Las reformas fueron beneficiosas porque permitieron que con los mismos sueldos prestemos más servicios, y eso es palpable en higiene urbana, en el río, en sus espacios verdes, en la costanera, en la infraestructura.

–¿Eso también es porque hay más recursos puestos en la ciudad?

–Sí, pero también porque los empleados prestan más servicios. El Coys tenía más de mil empleados sólo para barrer y no tenía equipamiento, nosotros invertimos en equipos y hoy esos empleados hacen muchas más cosas. Hoy (por ayer) empezamos a hacer eso mismo con empleados municipales a través de las bases operativas de los CPC. Tenemos la decisión política de descentralizar para prestar más servicios, pero si no ponés más recursos en equipamiento eso no se puede hacer, por lo que invertimos más de 400 millones en equipos para los CPC.

–En esas decisiones ¿qué rol jugó la Provincia? ¿Qué recursos le facilitó en materia financiera, pero también de acompañamiento en el conflicto?

–Lo que veo y lo que ven los vecinos es que trabajar en conjunto es beneficioso. Por años muchos negaron esta evidencia, prefirieron el enfrentamiento y la oposición pensando en un posicionamiento político, pero no pensando en los vecinos. Esto fue lo que propusimos en campaña, trabajar en conjunto, tener el mismo pensamiento fortalece la llegada de las soluciones. Después está la decisión del intendente. Pueden verlo en el río, despreciado durante años, tratado apenas con un concepto vial. Nosotros nos ocupamos del río integralmente y en conjunto con la Provincia y el resultado está a la vista. La gente se apropió del río. Y ellos todavía cuestionan a los servidores urbanos que hacen ese trabajo. Los servidores urbanos estaban desde hace casi 15 años. No somos nosotros los que tenemos que explicar qué hacen los servidores urbanos, son las gestiones anteriores las que les pagaban y no los dejaban trabajar para no tener conflictos con otros sindicatos.

–¿Cuántos son los “chalecos celestes” hoy?

–Deben ser cerca de 2.000. Cuando llegamos eran cerca de mil, la pregunta es qué hacían antes, dónde estaban esos mil que por años cobraron ese programa social. Ellos siempre quisieron trabajar y ser útiles, lo que hicimos fue darle un rol y generar una logística para que puedan hacer su trabajo, además de dar el debate respecto de por qué nadie más que los municipales puede podía hacer esas tareas.

–También hay becarios, monotributistas. La oposición dice que el recorte a los municipales se destinó a esos nuevos contratados. ¿Cómo están los números del municipio?

–Los números están bien, si no, no podríamos estar en este tremendo momento haciendo las obras de infraestructura que ejecutamos con recursos propios. Quiero decir que ya ejecutamos más de 1.600 millones de pesos en obras, en cuatro años la inversión solventada con recursos propios va a superar los 10 mil millones de pesos. Eso se ve en las calles.

–Qué porcentaje de los ingresos municipales se destina a sueldos?

–El 50 por ciento aproximadamente, incluyendo a becarios y monostributistas. Hemos achicado la planta permanente en más de 400 empleados por jubilaciones y renuncias. La erogación salarial que representa un solo empleado de planta permanente alcanza y sobra para ir cumpliendo con otros programas. Lo real es que disminuyó el gasto salarial y en paralelo se incrementó la potencia de la fuerza laboral del municipio. Este es un concepto básico de administración en el sector privado, que hemos podido introducir en la administración municipal.

–Los chalecos celestes se hicieron conocidos porque pintaron gran parte del mobiliario y a usted un concejal opositor lo llama “el señor de los rodillos”. ¿Le molesta eso? ¿Qué significado tiene pintar?

–Nosotros estamos imprimiento un cambio de concepto urbanístico en la ciudad. No es el primer apodo, me dijeron otras cosas cuando hice las primeras supermanzanas, cuando empezamos a forestar, son cambios de paradigma. Si no entienden lo que es el arte urbano, no entienden el nuevo paradigma de ciudad. Después van a Berlín o a Nueva York y se sorprenden por el arte urbano. ¿Por qué nuestros artistas no pueden expresar su arte en las calles de la ciudad? Tenemos la obra de arte urbana más extensa del país, que es la de las casitas junto al río. Estamos imprimiendo un cambio de concepto urbanístico en la ciudad. Somos la primera ciudad que incorporó las supermanzanas en Argentina, la recuperación del parque de la biodiversidad, la recuperación del río, el ente BioCórdoba, son todas señales de un nuevo paradigma que es el de las grandes ciudades del mundo.

–¿Va a aumentar el precio del boleto de colectivo?

–La pregunta no es esa. La pregunta es hasta cuándo Argentina va a seguir teniendo dos sistemas de transporte diferentes: uno privilegiado, para los usuarios más ricos del país y subsidiado por todos nosotros, y otro transporte en crisis para el interior. El transporte del interior ya estaba en crisis por la falta de subsidios y sobre eso llegó la crisis que supone la pandemia y la caída de usuarios.

–¿Cómo se sostiene este esquema entonces?

–Hoy no tenemos paro porque anticipamos subsidios para el pago de los sueldos. Pero estamos en un problema gravísimo, no sólo Córdoba sino todo el interior del país. El precio del transporte actual ya no es el más caro de la Argentina como fue siempre, y no volverá a ser el más caro del país, se mantendrá en un precio intermedio. Los vecinos también deben saber que el municipio va a seguir subsidiando el transporte, porque la tarifa por contrato da 175 pesos y sería imposible de pagar. Yo tengo que tomar decisiones y mi decisión es seguir subsidiando el transporte.

–Además de subir la tarifa…

–Todavía no hay decisión en ese sentido, porque resta terminar la negociación con la Nación y la Provincia. Tenemos que precisar primero cuánto aportará la Nación, cuánto aportará la Provincia y cuánto será lo que aporte el municipio. Lo que les aseguro es que el boleto bajo ningún concepto se va a disparar al precio que piden los empresarios.